Final alternativo (Cenicienta)

En el momento en que el príncipe le puso el zapato él se dio cuenta de que la mujer que amaba estaba frente a él.

Cenicienta era inocente, pero no tonta, si el Príncipe necesitaba que se colocara un tacón para saber que ella era la chica con la que había bailado, quería decir que él no había estado enamorado, que solo era un interesado.
Así que, aunque ella sí lo que amaba y quería irse con él había rechazado plantarlo.

Ella había luchado toda su vida contra su madrastra y hermanastras en busca de la felicidad, pero sabía que si iba con este Príncipe azul de pacotilla nunca comería perdices y se fue lejos, donde nadie la conociera con sus pocas pertenencias, podría ayudar a un leñador y un carpintero para hacerse una pequeña casa en el bosque y trabajo duro para pagarles por su trabajo.

A partir del momento en el que se instaló en aquella pequeña casa, con lo esencial, fue cuando conoció la verdadera felicidad sin necesidad de depender de nadie, con sus enemigos bastante lejos como para volver a hacerle daño.

Publicado por Cristina G. Mendoza

Estudiante de Información y Documentación en la ULE

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